La aprobación del Real Decreto 1007/2023, conocido como Reglamento VeriFactu, ha marcado un antes y un después en el ecosistema fiscal y tecnológico de las empresas españolas.
Se ha probado recientemente la ampliación del plazo de adaptación obligatoria: será a partir del 1 de enero de 2026 cuando todos los sujetos obligados deberán tener sus sistemas informáticos de facturación plenamente adaptados.
Esta prórroga no solo otorga margen para preparar los sistemas internos, sino que representa una oportunidad de oro para reflexionar y actuar con estrategia: modernizar procesos, mejorar la trazabilidad de la facturación y dar un paso firme hacia la digitalización integral del negocio.
¿Qué implica el Reglamento VeriFactu?
El Reglamento VeriFactu nace para luchar contra el fraude fiscal y garantizar la integridad y trazabilidad de los registros de facturación. Obliga a utilizar Sistemas Informáticos de Facturación (SIF) que garanticen que no se puedan alterar ni eliminar los datos de forma fraudulenta, además de incorporar tecnologías como firmas electrónicas, códigos QR y hashes encadenados para asegurar que toda factura queda registrada de forma segura, verificable y transparente.
La Agencia Tributaria (AEAT) también introduce la posibilidad, para quien lo prefiera, de enviar automáticamente los registros de facturación a través del sistema denominado VeriFactu, lo que refuerza aún más la transparencia y la trazabilidad de las operaciones.
¿Por qué no esperar a última hora?
Aunque el límite del 1 de enero de 2026 parece lejano, la complejidad técnica que implica la adaptación hace recomendable anticiparse. No se trata solo de actualizar un software: es necesario revisar todo el ciclo de facturación, garantizar que los sistemas generan los registros obligatorios, almacenan datos con seguridad y cumplen con todos los elementos exigidos, desde la fecha exacta de creación del documento hasta la firma electrónica.
Aprovechar este tiempo permite además:
- Elegir la solución tecnológica que mejor se adapte al modelo de negocio.
- Formar a los equipos y asegurar que dominan el nuevo sistema.
- Detectar errores o ineficiencias actuales y corregirlos con antelación.
- Cumplir de forma proactiva, evitando sanciones o improvisaciones de última hora.
La trazabilidad fiscal como valor añadido
Uno de los grandes beneficios de este nuevo modelo es que mejora la trazabilidad y la transparencia fiscal, tanto para la empresa como para sus clientes, socios o proveedores. Al incorporar tecnologías como los hashes y las firmas electrónicas, se garantiza que cada factura generada es única, auténtica e inalterable.
Esto no solo ayuda a cumplir con Hacienda, sino que refuerza la confianza del mercado en tu empresa. Poder acreditar de forma fehaciente el historial de facturación, sin fisuras ni manipulaciones, se convierte en un valor diferencial frente a la competencia.
¿Y cómo empezar con buen pie?
La clave está en contar con asesoría especializada que conozca en profundidad tanto el nuevo reglamento como las herramientas tecnológicas del mercado. En Cigarrán, somos expertos en asesorar a empresas que trabajan con plataformas como Holded, Odoo o SAGE, ayudándolas a integrar soluciones que cumplen con la normativa y, al mismo tiempo, optimizan la gestión diaria.
Desde el análisis del sistema actual, hasta la adaptación de procesos y formación del personal, te acompañamos en todo el recorrido hacia un cumplimiento pleno, transparente y seguro.
Conclusión: Más que una obligación, una oportunidad
La adaptación al Reglamento VeriFactu no es solo una obligación legal con plazo hasta 2026. Es una puerta abierta a transformar tu facturación, hacerla más robusta, segura y alineada con un futuro digital que ya es presente.
No dejes pasar el tiempo. Cuanto antes empieces, más control tendrás. Y en ese camino, Cigarrán está para ayudarte.